Uno de los objetivos fundamentales de la Biblioteca Americanista de Sevilla es dar a conocer los fondos bibliográficos y materiales especiales que custodia. Para ello se realizan exposiciones bibliográficas tanto con motivo de efemérides significativas como por sugerencia de la comunidad investigadora de la EEHA; sin embargo, hemos considerado una tercera opción que es realizar reproducciones de partes especialmente llamativas de ciertos libros, revistas, láminas o mapas de manera que:
*se asegura la conservación de los originales puesto que no se exponen,
*se da un uso de valor añadido a las reproducciones digitales (SIMURG),
*se optimiza el uso de las vitrinas utilizadas para las exposiciones en aquellos momentos en los que no se está exponiendo ningún fondo bibliográfico ni especial.
El hecho de tratarse de reproducciones permite prolongar el tiempo de exposición, incluso podría convertirse en permanente. Esta primera exposición de parte de copias estará disponible hasta el 6 de septiembre en el salón de lectura de la biblioteca y está integrada por los siguientes fondos:
Monardes, Nicolás. Primera y segunda y tercera partes de la historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que siruen en medicina ; Tratado de la piedra Bezaar, y de la yerua escuerçonera ; Dialogo de las grandezas del hierro, y de sus virtudes medicinales ; Tratado de la nieue y del beuer frio. En Seuilla: en casa de Alonso Escriuano, 1574. Sign.: E-1A/106013.
Nicolás Monardes (ca. 1508-1588) fue un médico y botánico sevillano del siglo XVI que hizo historia utilizando por primera vez plantas del Nuevo Mundo con fines medicinales. El ejemplar de la Biblioteca Americanista de Sevilla carece de portada impresa, de ahí que le incluyeran una manuscrita, práctica relativamente habitual en su época. Dicho ejemplar contiene tachaduras que podrían deberse a la Inquisición, puesto que la brujería y el experimentar con nuevas plantas podrían llegar a considerarse la misma cuestión en el siglo XVI. En sus obras hay grabados realizados con tacos de madera, xilografías, lo que enriquecía sus muchas explicaciones sobre las distintas plantas descubiertas y sus utilidades medicinales. Nicolás Monardes fue un visionario y un verdadero investigador de su momento histórico, un sevillano ilustre al que se han dedicado distintas placas en su ciudad.
Oviedo y Herrera, Luis Antonio de. Vida de Sta. Rosa de Santa María, natural de Lima y patrona del Perú. Madrid : Juan García Infançon, 1711.
Sign.: E-2V/3505.
Este libro responde a un homenaje a Santa Rosa de Lima (1586-1617) cuyo verdadero nombre era Isabel Flores de Oliva. Su autor, Luis Antonio de Oviedo y Herrera (1636-1717), fue un poeta y dramaturgo madrileño que vivió en el Virreinato del Perú. Una de las razones fundamentales de la estancia del escritor en Lima, además de casarse con una limeña, fue la tertulia del Virrey Castell dos Rius, aficionado a las letras. Luis Antonio de Oviedo destacó por dos poemas de corte piadoso, uno el dedicado a Santa Rosa de Lima y otro, el Poema Sacro de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Santa Rosa de Lima nació en Lima en 1586. Su padre llegó al Nuevo Mundo procedente de Baños de Montemayor (Cáceres) y su madre era natural de Huanuco. Según una criada de la casa a Isabel Flores, con tres meses, se le transformó la cara en una rosa, lo que dio lugar a su cambio de nombre. También desde muy pequeña comenzó a ayunar y a realizar penitencias, pero su madre le prohibió ser monja, que era su verdadero deseo. Sin embargo, realizó voto de virginidad y en cuanto le fue posible se recluyó en una ermita construida por ella misma en la que atendía física y espiritualmente a cuantos se acercaban a ella, sobre todo indígenas y negros. En 1615 se le atribuye el milagro de salvar la ciudad de Lima de la invasión holandesa, puesto que su capitán murió justo al llegar al Callao y no llegaron ni a desembarcar. Esta es la razón de que en el grabado de este libro se represente la ciudad de Lima sobre un ancla, así como su relación con los dos mundos, el castellano representado por la figura de la derecha y el indígena, a través de la imagen de la mujer de la izquierda. Santa Rosa de Lima es patrona de Lima desde 1669, del Nuevo Mundo y Filipinas desde 1670, considerándose la primera canonizada nacida en América.
L’Isle D’Otahiti restant au S. E. a la distance d’une lieue. James Cook, Voyage dans l’hémisphère austral, et autour du monde: fait sur les vaisseaux du roi, l’Aventure, & la Résolution, en 1772, 1773, 1774 & 1775. Hôtel de Thou, París, 1778
Sign.: E-7C-C/138, Pl. 16.
La lámina «L’Isle D’Otahiti restant au S. E. a la distance d’une lieue» fue grabada por Robert Benard y publicada en la versión francesa del Voyage dans l’hémisphère austral, et autour du monde (París, 1778), donde el capitán inglés James Cook narra sus travesías oceánicas entre 1772 y 1775. Llegado a Otahiti (Tahití) en agosto de 1773, aquella era la segunda visita de Cook a la isla, donde ya había estado en 1769 comisionado por la Royal Society para observar el tránsito de Venus por el Sol (mediciones astronómicas servirían para revisar el cálculo de las coordenadas de longitud a escala global). Durante sus estancias, Cook también prestó atención a la naturaleza y habitantes de la isla, recopilando información sobre su organización social, lengua y costumbres.
Esta representación del sudeste de la isla de Tahití, una vista idealizada captada desde los navíos ingleses, no descuida la información geográfica: el horizonte rocoso de sus antiguos volcanes, los fondeaderos y las playas con palmeras. Sin embargo, el primer plano lo ocupa una recreación de varias tipologías de las embarcaciones empleadas por los isleños, quienes aparecen ataviados con sus características vestimentas. La lámina, cuyo diseño original se debe al pintor William Hodges, quien documentó con sus pinturas y bocetos la expedición de Cook, trasluce una mirada etnográfica —no exenta de exotismo— sobre los moradores del Pacífico, los otros marinos y las otras naves del océano.
Álbum pintoresco de la República Mexicana. Mexico : Hallase en la estampería de Julio Michaud y Thomas…, [ca. 1850].
Sign.:E-7R/1735.
La litografía se inventó en Europa en 1796 de la mano de alemán Aloys Senefelder y se utilizó sobre todo para partituras musicales y mapas. Es un sistema de impresión basado en el uso de piedra caliza, agua y aceite. Ha habido grandes creadores que han desarrollado este sistema a lo largo también del siglo XX como Picasso, Toulouse-Lautrec, Joan Miró, Andy Warhol, etc.
La litografía llegó a México de la mano del italiano Claudio Linati hacia 1826 y tuvo un gran desarrollo, aunque ya se habían creado otros talleres en Cuba (1822) y Colombia (1823) con antelación. Un claro indicador del éxito de la litografía en México es que se publicaron numerosos libros de estampas litográficas y también de cromolitografía durante todo el siglo XIX. Este es el caso del libro Álbum pintoresco de la República Mexicana en el que la calidad, color y belleza de las ilustraciones pone de manifiesto el avance técnico que llegó a tener el país en relación con este tipo de obras. De hecho, en gran medida era lo que se pretendía, mostrar al mundo los avances de la recién inaugurada república independiente, conseguida en 1821.
Carta general del Océano Atlántico Meridional. Dirección de Hidrografía, Madrid, 184.
Sign.:B-2E/2.
Entre 1823 y 1844, el marino e historiador Martín Fernández de Navarrete fue el director de la Dirección de Trabajos Hidrográficos. Durante esos años se intensificaron las tareas de recopilación de información geográfica y la publicación de mapas y derroteros actualizados del océano, labor que fue favorecida por unos fluidos intercambios de información náutica con Francia e Inglaterra y la incorporación de nuevo instrumental científico a la Armada española.
La «Carta general del Océano Atlántico Meridional» trae una representación actualizada de las costas de buena parte de América del Sur hasta las islas Shetland del Sur y parte de la península de la Antártida llamada Tierra de Graham. A los reconocimientos de décadas anteriores se agregaron «datos nacionales y extranjeros más modernos», entre estos últimos, el viaje del capitán inglés John Biscoe, de 1832, cuya derrota se inscribe en la parte inferior del mapa. A lo largo de la costa americana se destacan en color rojo los principales faros o fanales, cuyas características (como calidad de la luz o alcance de la luminaria) se detallan en la cartela superior.
Garneray, Hippolyte Jean-Baptiste. Vue de la promenade de St. Fois de Paul à la Havane = Vista de la Alameda de Paula en la Habana. Paris : Chez l’Auteur Rue, [1800-1850?]. Aguatinta iluminada con acuarela.
Sign.:E-8/L-L/1680.
Garneray, Hippolyte Jean-Baptiste. Vue de la promenade de St. Fois de Paul à la Havane = Vista de la Alameda de Paula en la Habana. Paris : Chez l’Auteur Rue, [1800-1850?].
Hipolito Garneray, o como se indica en sus grabados, Hippolyte Jean-Baptiste Garneray, fue un dibujante y grabador francés que aprendió de su padre Juan Francisco Garneray, quien se había formado en el estudio de Jacques-Louis David, famoso pintor francés de estilo neoclásico. La maestría de Hipólito destacó desde sus inicios, haciéndole valedor de una medalla por su trabajo en 1818. Desde 1858 hay obras suyas expuestas en los museos de Vire (Normandia, Francia) y en el de Bellas Artes de La Rochelle.
Por su espíritu aventurero estuvo en Cuba en 1823 y 1824, lo que le sirvió para realizar posteriormente, ya en Francia, una serie de aguatintas y litografías de la ciudad de La Habana. Sus imágenes son costumbristas y fundamentales entre los grabados ochocentistas.
Revista de Avance. La Habana, Cuba: [s.n.], 1927-1930. N. 32 (1929), p. 79
La Revista de Avance se publicó en La Habana de 1927 a 1930. La Biblioteca Americanista de Sevilla custodia la colección completa, siendo la única o de las pocas que existen en el mundo. Esta revista dio voz a la preocupación política de los intelectuales por los derroteros a los que se estaba llevando la política de la isla, de ahí que publicaran muchos autores que después lucharon contra la dictadura de Machado. Esta publicación también supuso una clara defensa de la renovación estética de la Isla y publicó a escritores y artistas (pintores, escultores, músicos, etc.) de los distintos movimientos vanguardistas de Cuba, así como a otros artistas europeos y americanos. En este sentido destacó la contribución de la española Generación del 27, y no sólo los conocidísimos miembros de la misma, sino también las mujeres, en su mayoría desconocidas, que tuvieron un importante papel en el desarrollo de los movimientos culturales, que sufrieron como sus compañeros de generación la Guerra Civil y su exilio. Por todo ello, de entre las numerosas páginas de esta publicación se ha destacado el dibujo de un cuadro de la pintora surrealista de Vivero (Lugo) Maruja Mallo, exiliada en Argentina hasta 1962, cuando vuelve a España. La Revista de Avance fue una publicación intelectual, no sólo política, no sólo cultural, de ahí quizás, en gran medida, su enorme interés para numerosos estudios.