Patrimonio escrito en circulación: producción local, conocimiento global (siglos XIV-XIX): exposición bibliográfica
La historia del libro y su circulación se ha perfilado en la historiografía de los últimos años como uno de los temas de mayor interés, incidiendo en el impacto social, político, económico y cultural de los libros, acrecentado con la aparición de la imprenta a principios de la Edad Moderna. Así pues, numerosos estudios se han dedicado a analizar los libros como objeto cultural y como objeto material. Este carácter dual del libro nos remite necesariamente a su producción y posterior distribución por distintos territorios.
A partir de la Edad Moderna, aunque la producción del libro continuó teniendo un carácter local, en donde los protagonistas eran impresores y artesanos de los distintos centros, su circulación, y por ende su impacto, tuvo un creciente carácter global, gracias a la intervención de una multiplicidad de agentes (mercaderes, religiosos, funcionarios, lectores, etc.) que se encontraban conectados por redes comerciales y culturales. Esto implica que las materialidades y necesidades de la producción local interactuaban con la difusión y recepción de ideas a un nivel global, uniendo a un repujador de cuero en Europa con un bachiller formado en los colegios y universidades del Nuevo Mundo o un oidor de Manila.
En este sentido, esta exposición bibliográfica, actividad complementaria del II Congreso Internacional «Patrimonio escrito en circulación: producción local, conocimiento global (siglos XV-XIX)», en colaboración con la Biblioteca Americanista de Sevilla (REBIS, CSIC) propone una panorámica sobre la producción y difusión de textos, ideas e imágenes entre el Viejo y el Nuevo Mundo, buscando analizar la dimensión global de la producción local de conocimiento escrito.
De esta forma, se ha procurado presentar libros que recojan diversos ámbitos de producción de información, así como distintos lugares de impresión y técnicas de imprenta. En la exposición encontramos la primera obra médica sobre América, elaborada por el sevillano Nicolás Monardes (1574) y crónicas y textos de carácter histórico, como la Historia del descvbrimiento y conqvista delas provincias del Peru, de Agustín de Zárate (1577), o el poema épico de Alonso de Ercilla, La araucana (1776). Sobre los derechos de los pobladores originarios de las tierras americanas, contaron con gran difusión la Brevissima relación de la destruyción de las Indias de fray Bartolomé de las Casas (1646) y el Thesavrus Indicvs de Diego de Avendaño (1668). Obras de carácter religioso son la Relación escrita por Doña María de Estrada Medinilla a vna Religiosa monja prima suya, publicado en México por María de Estrada Medinilla (1640), y El Cherubin Custodio de el Arbol de la Vida, de Isidro Félix de Espinosa (1731).
El grabado “Femme de l’isle de Ste. Christine” (1778), resultado de los viajes del capitán James Cook, da cuentas de la difusión de imágenes exóticas a la par que científicas durante el siglo XVIII. De esta misma centuria es el mapa de “L’Amerique Septentrionale” (1700) de Guillaume de l’Isle, geógrafo del rey de Francia. Excepcional litografía es el “Mapa histórico pintoresco moderno de la isla de Cuba” (1847), con numerosas ilustraciones alusivas a la vida de la isla en sus márgenes. Cierra la exposición el inédito libro manuscrito del cubano Antonio Vinajeras, Los hijos de las tinieblas: novela original (1869).